La preparación personal y familiar: El almacenamiento y la producción en el hogar

La preparación empieza con las familias individuales

El programa de bienestar descansa sobre el principio básico de la preparación individual y familiar, y no en la preparación de la Iglesia. (Victor L. Brown, "Preparad todo lo que fuere necesario", Liahona, febrero de 1981, pág. 160)

La responsabilidad por el bienestar social, emocional, espiritual, físico o económico de cada persona descansa primeramente sobre sí misma, segundo sobre su familia y tercero sobre la Iglesia. (Spencer W. Kimball, "Los servicios de bienestar: El Evangelio en acción", Liahona, febrero de 1978, págs. 111-112)

Este punto no debe ser malentendido. El principio fundamental de los servicios de bienestar es que usted y yo proveamos para nuestras propias necesidades. (Victor L. Brown, "Welfare Services - Past, Present, and Future [Los servicios de bienestar: Pasado, presente y futuro], Ensign, mayo de 1980, pág. 88)

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. (Gálatas 6:7)

Mi guerra es y lo ha sido por muchos años, lograr que la gente comprenda, que si no se cuidan ellos mismos, nadie los cuidará. (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young)

¿Cuál es nuestro problema? Nos negamos a dar crédito a las enseñanzas del Señor y Él no será burlado. Él nos da el consuelo que necesitamos, pero no seremos compelidos. (George Albert Smith, CR [Informe de la Conferencia General], abril de 1933, pág. 71)

¿Quiénes son dignos de elogio? ¿La persona que cuida de sí misma o aquellos que siempre confían en las grandes misericordias del Señor para cuidar de ellos? Es tan consistente esperar que el Señor nos proveerá con fruta cuando no plantamos los árboles; o que cuando no aramos y sembramos y nos salvamos del trabajo de cosechar, deberíamos de llorar ante el Señor, que nos salve de nuestras faltas, pedirle que nos salve de las consecuencias de nuestro desatino, desobediencia y desperdicio. (Brigham Young, Discourses of Brigham Young [Discursos de Brigham Young], pág. 293)

¿Cuánto se debe almacenar?

Permitamos que cada cabeza de familia se encargue de tener a la mano, suficiente alimento y ropa y donde sea posible, también combustible, por lo menos para un año… Permitamos que cada cabeza de familia procure tener su propia casa, libre de hipotecas. Permitámonos vestirnos nuevamente con estas probadas y excelentes virtudes—honestidad, veracidad, castidad, seriedad, temperancia, industria y frugalidad; deshagámonos de toda codicia y avaricia.” (J. Reuben Clark, hijo, General Conference [Conferencia General], abril de 1937)

¿Qué se debe almacenar?

Frecuentemente se me pregunta, ¿Cuáles fueron las cosas de más valor en los días de hambruna en Alemania?… Para lo que necesitábamos, en lo que más dependíamos era el aceite vegetal. Con una botella de aceite vegetal, uno podía adquirir casi cualquier otra cosa que se deseara. Tenía tanto valor, que con un litro de aceite vegetal uno podía probablemente comprar 70 kilos de manzanas o 300 kilos de papas. El aceite vegetal tiene un contenido alto de calorías, es fácil de transportar y al cocinar puede dar un agradable sabor a todo tipo de comidas, que no se podrían considerar normalmente como comida-flores silvestres, plantas silvestres y raíces de arbustos y árboles. Para mí y para mi familia, un aceite vegetal de alta calidad tiene la más alta prioridad en nuestro almacén de alimentos, tanto para el uso diario como para casos de emergencia. (F. Enzio Busche, "How Beautiful to Live in These Times and Be Prepared! [¡Cuán grato es vivir en estos tiempos y estar preparados!]", Ensign, junio de 1982, pág. 16).

¿Cuál es la urgencia?

Ha llegado la hora de enseñar otra vez los principios básicos, de poner en primer lugar nuestros esfuerzos de bienestar en la preparación personal y familiar. (L. Tom Perry, "La preparación personal y familiar", Liahona, agosto de 1981, pág. 150)

Al repasar el consejo que nos da el Señor sobre la importancia de la preparación, me impresiona la sencillez del mensaje. El Salvador pone bien en claro que no podemos tener suficiente aceite en nuestras lámparas de preparación con solamente evitar el mal. Debemos además estar diligentemente embarcados en un programa concreto de preparación. (Spencer W. Kimball, citado en L. Tom Perry, "Si estáis preparados, no temeréis", Liahona, enero de 1996, pág. 40)

Tiempo vendrá que el oro no tendrá valor frente al trigo. (Brigham Young, Journal of Discourses [Acta de discursos], 1:250)

La revelación de producir y almacenar alimentos puede ser tan esencial para nuestro bienestar temporal en la actualidad como lo fue para la gente entrar en el arca en los días de Noé. (Ezra Taft Benson, "Preparaos para los días de tribulación", Liahona, febrero de 1981, págs. 64-65)

Algunos se sienten seguros si tienen dinero suficiente para comprar comida. Pero el dinero no es comida. Si no hay comida en los supermercados y los almacenes, no podemos alimentarnos con dinero. Tanto el presidente Romney como el presidente Clark nos han advertido que llegará el día en que tendremos que vivir de lo que produzcamos. (J. Richard Clark, "La familia de la fe", Liahona, febrero de 1981, pág. 167)

Llegará el día en que si la gente no almacena su pan, se lamentarán de ello. (Wilford Woodruff, Journal of Discourses [Acta de discursos], 18:127)

Lo mejor es tener una provisión de alimento dos años antes, que un día después.

Cuarto, adquieran y almacenen una reserva de alimentos y bienes esenciales. Compren ropa y tengan una cuenta de ahorro de forma tal que puedan contar con una reserva para tiempos de emergencia.

Desde que tengo memoria, se nos ha enseñado que debemos prepararnos para el futuro y tener una reserva de un año de artículos de primera necesidad. Es muy posible que los años de abundancia nos hayan llevado casi universalmente a hacer caso omiso de este consejo. Creo que ha pasado el tiempo de no tener en cuenta esta admonición; con los acontecimientos cotidianos actuales, es hora de darle seria consideración. (L. Tom Perry, "Si estáis preparados, no temeréis", Liahona, enero de 1996, pág. 41)

Con demasiada frecuencia yacemos en nuestra cómoda complacencia y deducimos que los estragos de la guerra, los desastres económicos, el hambre y los terremotos no pueden suceder aquí. Aquellos que piensan esto, o no están familiarizados con las revelaciones del Señor o no las creen; los que confían en sí mismos y piensan que estas calamidades no sucederán, que éstas en alguna manera serán desviadas por la rectitud de los miembros de la Iglesia, se está engañando y lamentarán el día en que se sometieron a tal engaño. El Señor nos ha amonestado y prevenido a fin de que estemos preparados para un día de gran tribulación, y nos ha dado consejos por medio de sus siervos en cuanto a la manera en que podemos prepararnos para estos tiempos difíciles. ¿Hemos prestado atención a sus consejos? (Ezra Taft Benson, "Preparaos para los días de tribulación", Liahona, febrero de 1981, págs. 66-67)

Una y otra vez habéis oído acerca de la necesidad de cuidaros a vosotros mismos. Ahora, más que nunca, debéis aseguraros de que estáis preparados para afrontar un período de crisis, contando con los abastecimientos que habéis preparado, ya que podéis necesitarlos en cualquier momento. Espero que esto no suceda demasiado pronto, o que no me toque vivirlo, pero sé que tarde o temprano sucederá. Nunca dejéis de proveeros, aun cuando últimamente no se ha hecho tanto hincapié como en años anteriores. Recordad que sigue siendo un principio fundamental, un principio que se ha enseñado a los santos desde que vinieron a estos valles. (Marion G. Romney, "Los servicios básicos del Plan de Bienestar", Liahona, agosto de 1979, págs. 142-143)

¿Por cuánto tiempo han sido aconsejados los santos a almacenar en el hogar?

Hermanos, aprendan. Han aprendido Buena cosa, es verdad; pero aprendan más; aprendan a sostenerse a sí mismos, almacenen granos y harina y guárdenlos para el día de escasez. Hermanas… asistan a sus esposos en guardarlo en contra del día de necesidad y siempre tengan una año de… provisión a la mano. (Brigham Young, Discourses of Brigham Young [Discursos de Brigham Young], pág. 293)

No debe haber malentendidos en este punto. . El principio fundamental de los servicios de bienestar es que usted y yo proveamos para nuestras propias necesidades. Si algún trastorno económico serio sucediera, la Iglesia haría todo lo que estuviera a su alcance para aliviar el sufrimiento, al complementar los esfuerzos de los miembros. Pero no se podría hacer por los santos, lo que se nos ha enseñado por los últimos cuarenta años que hagamos. Ésto es, tener un año de suministros de alimento, ropa y en donde fuera posible, combustible; tener ahorros en reserva y poseer habilidades básicas de producción. Este consejo se nos ha dado por lo menos dos veces al año, por los últimos años. Algunos han seguido el consejo de los hermanos y están preparados, como lo estuvieron las cinco vírgenes prudentes. Algunos, como las vírgenes imprudentes, no tienen suficiente aceite en sus lámparas (Ver Matt. 25:1-13) (Victor L. Brown, "Welfare Services - Past, Present, and Future [Los servicios de bienestar: Pasado, presente y futuro], Ensign, mayo de 1980, pág. 88).

¿Qué porcentaje de los miembros están preparados?

Una encuesta reciente de la Iglesia entre un número representativo de miembros en los Estados Unidos, muestra que en circunstancias de emergencia, tales como la pérdida del trabajo, enfermedad o desastre natural, la familia promedio tenía los siguientes suministros: alimento, veinte y seis semanas; ropa cincuenta y dos semanas, agua, dos semanas y combustible, cuatro días. Ni siquiera está cercano a un año de suministros. La encuesta también indica que las reservas financieras son bajas. Sólo el 17 por ciento podría vivir por más de un año con sus reservas financieras si sus ingresos se terminaran; se informó que el 45 por ciento solo podría vivir por tres meses. El Señor dice, Si estáis preparados no temeréis (D&C 38:30) Yo supongo que cada uno de nosotros sabe en cual categoría se encuentra. Que cosa tan maravillosa sería, si todos estuviéramos preparados (Victor L. Brown, "Welfare Services - Past, Present, and Future [Los servicios de bienestar: Pasado, presente y futuro], Ensign, mayo de 1980, pág. 88).

¿Pero si yo tengo comida y otros no la tienen, lo que tengo será gastado en un día?

Pongámonos en la posición de que podamos no sólo alimentarnos a nosotros mismos a través de la producción en el hogar, sino también a otros (Prepare for the Days of Tribulation - Ezra Taft Benson - Oct 1980).

"¿Debo compartir mis alimentos con los vecinos que no hayan seguido el consejo?... ¿Tendremos que compartir lo nuestro con ellos?" No, no tenemos que hacerlo, pero lo haremos. ... ¿Qué creéis que haría Jesús? Yo no podría comer tranquilamente mientras mi vecino estuviera muriéndose de hambre; y si después de compartir nuestros alimentos, morimos de hambre, recordemos las palabras del Maestro: "Nadie tiene mayor amor que éste..." (Véase Juan 15:13). (Vaugh J. Featherstone, "Almacenamiento de alimentos", Liahona, agosto de 1976, pág. 105)

Tampoco penséis en que alguien pueda entrar por la fuerza en vuestra casa y robar lo que hayáis acumulado para casos de emergencia. En los cielos hay un Dios a quien habréis obedecido. ¿Suponéis que El abandonaría a aquellos que han obedecido sus mandamientos? El dijo: "... si estáis preparados, no temeréis" (DyC 38:30). (Vaugh J. Featherstone, "Almacenamiento de alimentos", Liahona, agosto de 1976, pág. 105)

Siempre se nos ha instado a conservar en el día de la cosecha, lo suficiente para mantenernos hasta la siguiente. Aseguraos de que lo hagáis; estad preparados para tiempos de necesidad. Hay personas que me dicen: "¿Qué haremos? Si tenemos suficientes provisiones como para un año, y los demás no las tienen, nuestras reservas se acabarán en un solo día". Bueno, durarán el tiempo que sea, no me preocupo por ello, porque si hacemos lo que el Señor nos manda que hagamos, El nos cuidará. (Marion G. Romney, "Los servicios básicos del plan de bienestar", Liahona, agosto de 1979, pág. 143)

Almacenen su trigo y otras provisiones para el día de necesidad, porque el día vendrá cuando se necesitarán… Querremos pan y los Gentiles querrán pan y si somos sabios, tendremos algo para alimentarlos cuando la hambruna llegue. (Wilford Woodruff, Journal of Discourses [Acta de discursos], 18:121)

Los animamos a seguir este consejo con la seguridad de que un pueblo preparado a través de la obediencia a los mandamientos de Dios no necesita temer. (First Presidency Letter to Priesthood Leaders in the United States and Canada, 24 June, 1988 [Carta de la Primera Presidencia a los líderes en los Estados Unidos y Canadá, 24 de junio de 1988]. Citada en "Home Storage - Build on the Basics [El almacenamiento en el hogar: Edificad sobre lo básico]", Ensign, junio de 1989, pág. 39 )

¿Como se debe acumular el almacenamiento del hogar?

Almacene lo que come, Coma lo que almacena

La preparación, cuando está correctamente aplicada, es una forma de vida, y no un instantáneo programa espectacular (Spencer W. Kimball, Seminario para Representantes Regionales, octubre de 1976; "The Most Frequently Asked Questions about Home Production and Storage [Preguntas más frequentes sobre el almacenamiento y la producción en el hogar]", Ensign, agosto de 1977, traducción no oficial).

Quiero agregar que no hay necesidad de que os endeudéis para obtener ese abastecimiento para un año. Tened como proyecto aumentar vuestra provisión de víveres como lo harías con una cuenta de ahorros. Cada vez que recibáis vuestro pago, ahorrad un poco para el almacenamiento. Enlatad o envasad fruta y verduras de vuestros jardines y huertos. Aprended cómo podéis preservar alimentos deshidratándolos y congelándolos. Haced que el almacenamiento sea parte de vuestro presupuesto. Guardad semillas y tened a la mano las herramientas de jardín necesarias. Si estáis ahorrando y proyectando comprar un automóvil, un televisor u otro artículo que meramente aumente vuestra comodidad o satisfacción, tal vez tengáis que cambiar el orden de prioridad de vuestras necesidades. Os instamos a que hagáis esto con oración y que lo hagáis ahora. (Ezra Taft Benson, "Preparaos para los días de tribulación", Liahona, febrero de 1981, págs. 65-66)

Tal vez si no pensáramos tanto en almacenar para un año cosas que ordinariamente usaríamos, y pensáramos más en lo que se necesitaría para conservarnos vivos en caso de que no tuviéramos otra cosa que comer; sería fácil almacenar esto en cantidad suficiente para que nos durara un año... Sólo lo suficiente para conservarnos vivos en caso de que no tuviéramos ninguna otra cosa que comer. No nos engordaría, pero sí nos permitiría vivir; y si pensáramos en esa clase de almacenamiento anual, más bien que un abastecimiento para un año de todo lo que acostumbramos comer, que, en la mayor parte de los casos, es algo casi imposible para la familia común, creo que nos aproximaríamos más a lo que el presidente J. Reuben Clark, hijo, nos aconsejó en el año 1937". (Harold B. Lee, en Conferencia de Bienestar, 1° de octubre de 1966. Citado en Ezra Taft Benson, "Preparaos para los días de tribulación", Liahona, febrero de 1981, pág. 65)

¿Qué significa entonces, estar preparados? Alguien me hizo una pregunta muy seria hace unos pocos años. ¿Cuál es el artículo más importante para tener almacenado en nuestro suministro de un año? Mi respuesta fue dada con seriedad --- rectitud personal. Es importante para nosotros tenerla, como hemos sido aconsejados, un año de suministros de alimento y ropa y en donde fuera posible, combustible. También hemos sido aconsejados que deberíamos tener una reserva de efectivo para enfrentar las emergencias y tener seguros adecuados de gastos médicos, casa y vida. La preparación personal y familiar, sin embargo, es mucho más amplia que los tangibles. Debe incluir la actitud apropiada, un deseo de preceder a los lujos, considerar en oración todas las compras mayores y aprender a vivir dentro de nuestros medios. (Marion G. Romney, "Principles of Temporal Salvation [Principios de la salvación temporal]", Ensign, abril de 1981, pág. 3).

Continuamos animando a los miembros a guardar suficientes alimentos, ropa y en donde sea posible combustible por lo menos para un año. No tenemos una fórmula exacta de lo que debemos almacenar. Sin embargo, sugerimos que los miembros se concentren en alimentos esenciales que sostengan la vida, tales como granos, legumbres, aceite de cocinar, leche en polvo, sal, azúcar o miel y agua. La mayoría de las familias pueden lograr y mantener estos niveles básicos de preparación. La decisión de hacer más que ésto, descansa en el individuo. ("Home Storage - Build on the Basics [El almacenamiento en el hogar: Edificad sobre lo básico]", Ensign, junio de 1989, pág. 39)

Producción del hogar y los jardines

En lo que concierne a nuestros asuntos temporales, tenemos que salir a trabajar y proveer para nosotros mismos. El día vendrá, como se nos ha dicho, que veremos la necesidad de fabricar nuestros propios zapatos y ropa y cultivar nuestra propia comida y unidos juntos llevar a cabo los propósitos del Señor… Yo por lo tanto les digo, mis hermanos y hermanas, prepárense para lo que viene. (Wilford Woodruff, Discourses of Wilford Woodruff [Discursos de Wilford Woodruff], 1946, págs. 166-67; Ezra Taft Benson, "Prepare Ye [Preparaos]", Ensign, enero de 1974, pág. 68)

No deseo ser pregonador de calamidades. No sé detalladamente qué sucederá en el futuro. Sé lo que han predicho los profetas. Pero les digo que el programa de bienestar, organizado para permitirnos cuidar de nuestras propias necesidades, todavía no ha llegado a cumplir la función para la cual fue creado. Veremos el día en que viviremos de lo que produzcamos (Marion G. Romney, Conference Report [Informe de la Conferencia General], 1975; Victor L. Brown, "The Church and the Family in Welfare Services '[Los servicios de bienestar, la Iglesia y la familia]", Ensign, mayo de 1976, pág. 110).

Hagan crecer todos los alimentos que puedan en su propio huerto, si el agua está disponible; plantas de bayas, vid, árboles frutales que son los más deseables. Plántenlos si el clima es bueno para el crecimiento. Hagan crecer verduras y coman lo que creció en su propio terreno. Aun aquellos que vivan en departamentos o condominios pueden generalmente hacer crecer un poco de alimento en macetas o cestas. (Spencer W. Kimball, "The True Way of Life and Salvation [El verdadero camino de la vida y la salvación], Ensign, mayo de 1978, pág. 4)

Muchos de vosotros habéis escuchado y hecho lo que el presidente Kimball aconsejó, y habéis sido bendecidos por ello. Otros se han convencido a sí mismos de que no tenían ni el tiempo ni el espacio. Permitidme sugeriros hacer lo que otros han hecho. Juntaos con otros y solicitad el permiso para poder usar un solar baldío como huerto, o alquilar un terreno y cultivar vuestros jardines. (Ezra Taft Benson, "Preparaos para los días de tribulación", Liahona, febrero de 1981, pág. 64)

Quizás haya quien diga: "¿Para qué plantar un huerto si se pueden conseguir verduras y frutas a bajo precio? Pero uno de los aspectos importantes de la producción en el hogar es la adquisición y el desarrollo de habilidades. Aunque sea más fácil comprar alimentos baratos, las habilidades y la prudencia intuitiva que se ganan al plantar un huerto o tener otros proyectos de producción casera valen mucho más que el tiempo y el esfuerzo que se requieren. En un caso de emergencia los conocimientos de cultivo, costura, reparaciones, construcción y producción son invalorables. El vivir providente hace que desarrollemos ese conocimiento--y con ello, que aumentemos la unidad familiar--antes de que surja la emergencia. (Captemos la visión de la autosuficiencia, Liahona, julio de 1986, págs. 79-80)

Los pequeños jardines y los pocos árboles son muy valiosos. Recuerdo cuando la hermana nos solía decir, bien, pero podríamos comprar en la tienda un poco más barato de lo que tenemos aquí. Pero esa no es la respuesta, o ¿lo es, hermana Spafford? Porque llegará el día en que no haya tiendas. Recuerdo hace años que le pregunté a un prominente hombre de negocios que tenía una cadena de tiendas de alimentos. ¿Cuánto tiempo durarían sus existencias si no hubiera camiones para traerlas? Y él contestó, tal vez las haríamos durar dos semanas, provenientes de nuestros almacenes y de nuestros suministros. La gente se pondría extremadamente hambrienta, después de pasadas las dos semanas. (Spencer W. Kimball, Welfare Services Meeting [Reunión de servicios de bienestar], 6 de abril de 1974)

No encuentro un camino más sabio que cultivar todo lo que podamos. No desperdiciar nada. Tratar de ayudar a otros que no pueden cultivar lo propio. (J. Reuben Clark, hijo, Conference Report [Informe de la Conferencia General], abril de 1943, pág. 97)

En el día de abundancia, prepárense para el día de escasez. El principio de las vacas gordas y flacas se aplica hoy, tanto como en los días en que en los almacenes del Nilo, José interpretó el sueño de Faraón. Los oficiales nos han advertido, y vuelto a advertir, que los días escasos ya vienen. Renovamos el consejo y repetimos las instrucciones. Permítase que cada Santo de los Últimos Días que tiene tierra, produzca algo de valor, alimento esencial y que lo preserve; o si no puede producir alimento esencial, permítasele producir algún otro tipo e intercambiar por lo esencial, permítanles a los que no tienen tierras propias, y que no tienen el conocimiento de cultivar tener jardines, de que renten alguno, ya sea por sí mismos o mediante otros y produzcan alimentos y los preserven. Permítase que aquellos que producen suficiente extra ayuden a los hermanos desafortunados. Tal como la Iglesia les ha invitado desde que llegamos a estos valles, así ahora invitamos a cada dueño de casa en la Iglesia, a tener un año de suministros esenciales en alimento. Ésto debería, en lo posible, ser producido por el dueño de casa y preservado por él. Este camino no sólo aliviará de alguna eminente aflicción a los dueños que se proveen a sí mismos, sino que liberará mucha comida a las tiendas en general de la nación de alimentos de los cuales la mayoría del público se podrá alimentar. (Message of the First Presidency [Mensaje de la Primera Presidencia], Conference Report [Informe de la Conferencia General], abril de 1942, pág. 89)

¿Cuál es la llave para persuadir a las familias que almacenen el alimento?

El almacenamiento de grano en la iglesia de los santos de los últimos días fue inaugurado por el presidente Brigham Young en 1876. Fue dado como misión especial a las mujeres de la iglesia. Por muchos años se había aconsejado a los hermanos que guardaran el grano para un día de necesidad. Pero cada año habían olvidado el asunto. En septiembre de 1876, el presidente Young pidió a la señora Emmeline B. Wells que viniera a su oficina. Él le dijo que quisiera que las mujeres de Sión recolectaran y guardaran grano contra un tiempo de necesidad. Al final [de 1878] ellas habían recolectado más de 25.000 celemines. (Rudd, Glen L., Pure Religion [La religión pura], Salt Lake City: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints [La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días], 1995, págs. 84-85)

Tribulaciones venideras

He aquí, la venganza viene presta sobre los habitantes de la tierra, un día de ira, de fuego, de desolación, de llanto, de lloro y de lamentación; y como un torbellino vendrá sobre toda la faz de la tierra, dice el Señor. Y empezará sobre mi casa, y de mi casa se extenderá, dice el Señor; primero entre aquellos de vosotros que habéis profesado conocer mi nombre, dice el Señor, y no me habéis conocido, y habéis blasfemado en contra de mí en medio de mi casa, dice el Señor. (DyC 112:24-26)

Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? (1 Pedro 4:17)

El juicio comenzará en la casa de Dios. Nosotros como pueblo debemos prepararnos para esos eventos, para que podamos vivir y sostenernos a nosotros mismos cuando en medio de convulsiones, que rebasen las naciones de la tierra, así como nuestra nación. El tiempo del que se ha hablado, no está muy lejano. (John Taylor)

Si decidiera el Señor en esta época limpiar la Iglesia y la necesidad de esa limpia parece estar incrementando la hambruna en esta tierra de un año de duración, se destruiría un gran porcentaje de miembros perezosos, incluyendo algunos líderes de barrio y estaca. Ya no podemos decir que no hemos sido advertidos. (Ezra Taft Benson, God, Family, Country [Dios, la familia y la patria], pág. 383; Teachings of Ezra Taft Benson [Enseñanzas de Ezra Taft Benson], pág. 265)

Cuando en verdad entramos en momentos difíciles, donde la comida es escasa o no la hay, y así con la ropa y la habitación, el dinero no nos será de ningún provecho, porque no habrá nada para comprar y usted no puede comer dinero, no pueden conseguir lo suficiente, para que juntándolo los mantenga calientes y no lo pueden usar para vestirse. (Church News [Periódico de la Iglesia], 21 de noviembre de 1953, pág. 4; Ezra Taft Benson, "Prepare Ye [Preparaos], Ensign, enero de 1974, pág. 68)

Por alguna extraña razón, en las sesiones de bienestar esperamos escuchar pronósticos de calamidades que nos sobrevendrán. Sin embargo, escuchamos consejos sencillos en cuanto a cosas comunes, que si los seguimos, nos protegerán de grandes calamidades en su debido tiempo. (Boyd K. Packer, "Un paso firme hacia el futuro", Liahona, julio de 1982, pág. 176)

A pesar de todo, nuestro gozo no se basa en el pasado aunque éste haya sido importante y glorioso, sino en nuestro presente y futuro. Ni tampoco hemos dejado atrás los peores sufrimientos y problemas. En el futuro nos veremos enfrentados a peores tribulaciones, se nos darán pruebas aún mayores, y tendremos que derramar más lágrimas que nunca. (Bruce R. McConkie, "Las pruebas y glorias venideras", Liahona, julio de 1980, págs. 117-118)

Durante los cinco años pasados, hemos visto un número sin precedente de desastres naturales. (James Lee Witt, Director Federal Emergency Management Agency [Director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias], 17 de enero de 1997)

. . . y habrá pestes, y hambres, y terremotos, en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. (Mateo 24:7-8)

Usted no tiene ningún derecho de tomar los juicios que cayeron sobre los impíos antes del diluvio, y derramarlos sobre las cabezas de esta generación; usted no tiene ninguna autoridad para utilizar los juicios que Dios envió sobre Faraón en Egipto y aterrorizar a los habitantes de América, ni tiene ninguna dirección por medio de mandamiento, para recoger las calamidades de seis mil años y pintarlas sobre las cortinas de estos últimos días para asustar a la humanidad a arrepentirse; no, su deber es predicar el evangelio, que es el poder de Dios para la salvación, aún las buenas nuevas de gran gozo para toda la gente. (History of the Church [Historia de la Iglesia], vol. 1, pág. 280)

La fuerza real de la Iglesia radica en las cuentas de ahorro, los huertos familiares, las habilidades personales, el almacenamiento en el hogar, la fortaleza emocional, los talentos y los testimonios de cada miembro de la Iglesia. (J. Thomas Fayans, "El sacerdocio administra los servicios de bienestar", Liahona, enero de 1980, pág. 135)

Si la profecía se va a cumplir, le espera al mundo un conflicto más terrible que cualquier otro que el mundo jamás haya visto. (Joseph Fielding Smith, The Signs of the Times [Las señales de los tiempos], pág. 120)

De cierto os digo a todos: Levantaos y brillad, para que vuestra luz sea un estandarte a las naciones; a fin de que el recogimiento en la tierra de Sión y sus estacas sea para defensa y para refugio contra la tempestad y contra la ira, cuando sea derramada sin mezcla sobre toda la tierra. (DyC 115:5-6)

He aquí, ésta es la preparación con la cual os preparo, y el fundamento y la norma que os doy, mediante los cuales podréis cumplir los mandamientos que os son dados; a fin de que mediante mi providencia, no obstante las tribulaciones que os sobrevengan, la iglesia se sostenga independiente de todas las otras criaturas bajo el mundo celestial. (DyC 78:13-14)

¿Estoy en búsqueda de hambrunas? Sí, las mas terribles y severas que jamás hayan venido sobre las naciones de la tierra. (Heber C. Kimball, Journal of Discourses [Acta de discursos], 5:20)

Y se enviará una fuerte tormenta de granizo para destruir las cosechas de la tierra. (DyC 29:16)

Guerra, pestilencia, hambruna, tormentas de granizo causarán caos que el gobierno cesará, las masas violentas regirán. (José Smith, 1833)

La única seguridad y garantía que hay en la Iglesia, es estar escuchando las palabras que vienen de los Profetas del Señor, como si vinieran de la boca del Señor mismo. Y ellos han hablado. Nos han dicho que nos preparemos y no estamos nosotros para rebatir si debemos o no debemos hacerlo. Tenemos a los profetas hoy en día diciéndonos cual es nuestra responsabilidad aquí y ahora. Que Dios nos ayude a no tener oídos sordos, sino salir mientras la cosecha todavía es posible y construir los cimientos, tales que cuando las lluvias desciendan y las inundaciones vengan y los vientos soplen y azoten nuestra casa, nuestra casa tenga muros de piedra (Harold B. Lee, Brigham Young University, Leadership Week, June 16, 1953).

"Mucha han sido las calamidades que hemos tenido en los últimos tiempos; parecería que no pasan uno o dos días sin que tenga lugar un terremoto o una inundación, un tornado o cualquier otra clase de desastre que aflige a mucha gente. Me siento agradecido por el hecho de que nuestro pueblo, al igual que nuestros líderes, está comenzando a comprender la importancia de la autosuficiencia. Creo que se acercan tiempos en los que habrá más angustias, donde suframos las consecuencias de más tornados, inundaciones...más terremotos... Creo que todo esto probablemente vaya en aumento a medida que nos acerquemos al fin, motivo por el cual debemos estar preparados". (Spencer W. Kimball, Conference Report, abril de 1974, págs. 183-184. Citado en Victor L. Brown, "La Iglesia y la familia en los servicios de bienestar", Liahona, agosto de 1976, págs. 100-101)

El día vendrá en que tendremos la necesidad de cultivar nuestra propia comida. (Wilford Woodruff, Journal of Discourses [Acta de discursos], 18:127)

‘El día vendrá,’ dijo el Presidente Wilford Woodruff, ‘cuando, como se nos ha dicho, tendremos la necesidad de fabricar nuestros propios zapatos y ropa y cultivar nuestra propia comida… Los hombres que puedan realizar tales habilidades con sus manos, tendrán un incremento en la demanda. Los milusos, campesinos, albañiles, sastres, jardineros y mecánicos pueden y probarán ser una bendición real para sus familias y sus semejantes. (Ezra Taft Benson, "Prepare Ye ]Preparaos]", Ensign, enero de 1974, pág. 68)

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