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¿Qué principios deben guiar mi aprendizaje y enseñanza personal del Evangelio?


LOS TRES PRINCIPIOS RECTORES DE LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE

Hay una cantidad de principios que son aplicables a la enseñanza y el aprendizaje del Evangelio. La Escuela Dominical ha adoptado tres principios rectores que se aplican a la enseñanza y el aprendizaje en las reuniones de la Iglesia y el hogar. Los propósitos fundamentales de la enseñanzas y el aprendizaje del Evangelio en las reuniones de la Iglesia y en el hogar son ayudar a desarrollar el testimonio de Jesucristo y fortalecer a las familias y a los individuos. Usted puede mejorar la manera en que el Evangelio es enseñando al entender y seguir estos tres principios del Evangelio. Ellos también le ayudarán como maestro a ser más efectivo al llevar a cabo sus sagradas responsabilidades.

Estos tres principios rectores pueden ser implementados mejor por los maestros y líderes de la Escuela Dominical al participar en las siguientes actividades:

A. “Asirse a la palabra de Dios” (Helamán 3:29). La enseñanza y el aprendizaje del evangelio son más efectivos cuando se centran en las doctrinas y principios del Evangelio restaurado, tal como se encuentran en las Escrituras, en las enseñanzas de los profetas de los últimos días, en las publicaciones de la Iglesia y a través de los susurros del Espíritu Santo (vea Alma 31:5; Juan 1:1; Helamán 5:12; DyC 11:21; 52:9; 18:34–36; Alma 32:21; 37:11; Romanos 10:17; Guía para la enseñanza [2001], 4). Se le invita a que escudriñe, reflexione, y estudie cuidadosamente las Escrituras al preparar y enseñar su lección cada semana.  Observe el video (en inglés)

B. “Predicar mi evangelio por el Espíritu” (DyC 50:14). La enseñanza, el aprendizaje, y la nutrición más importante y efectiva que ocurre en la Iglesia o en el hogar es la que se comunica al individuo a través de la influencia del Espíritu Santo (vea Juan 14:26; DyC 42:14; 46:2, 8–9; Alma 17:2–3; DyC 84:85; Guía para la enseñanza, 4 – 5). Se le invita a preparar sus lecciones y a predicar o enseñar el Evangelio en su salón de clases por medio del Espíritu, el cual es el Espíritu Santo.  Observe el video (en inglés)

C. “Buscar conocimiento, tanto por el estudio como por la fe” (DyC 88:118). Además de ser una “esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas” (Alma 32:21), la fe es también un “principio de acción” (Lecturas sobre la Fe [1985], 1). La enseñanza y el aprendizaje inspirados se realizan mejor cuando tanto el maestro como el alumno viven y ponen en práctica las doctrinas y principios que se enseñan (vea Juan 7:17; DyC 88:77; 2 Nefi 25:23; Alma 32:27; Helamán 15:7; 3 Nefi 27:21–22; Éter 2:16–25; 3:1–6; Guía para la enseñanza, 5 – 6). Se le invita a obtener conocimiento, tanto por el estudio como por la fe, al preparar su lección y enseñar el evangelio en su aula cada semana.  Observe el video (en inglés)


 
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