Bajo la dirección de la presidencia de la Escuela Dominical de barrio, un maestro de la Escuela Dominical tiene las responsabilidades siguientes:
- Preparar y enseñar lecciones de la Escuela Dominical inspiradoras utilizando las Escrituras y los materiales de los cursos de estudios aprobados por la Iglesia.
- Demostrar amor y sincero interés por cada miembro de la clase.
- Alentar a cada miembro a asistir y a participar en clase.
- Cerciorarse de que el salón de clase tenga una atmósfera reverente donde los miembros de la clase sienten cómodos y listos para aprender.
- Terminar el curso La Enseñanza del Evangelio, participar en reuniones de orientación de maestros y asesorarse con los líderes.
(vea “Escuela Dominical,” sección 6 del Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Sacerdocio y organizaciones auxiliares [1998], 290; and Mejorando la enseñanza del Evangelio: una guía para el líder [1998], 4–6, 9).
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