"El permanecer lejos del borde es una responsabilidad individual. Ocasionalmente, nuestra bienintenciada juventud desea que se le especifique cada detalle de lo que es una conducta apropiada e inapropiada, quizás para que puedan sentirse más cómodos al acercarse al borde. A veces parecen más interesados en lo que el Evangelio prohíbe que en lo que brinda...
"Mi enfático consejo es, si tienes alguna duda sobre tu conducta personal, no lo hagas. Es la responsabilidad de los profetas enseñar la palabra de Dios - no especificar cada jota y cada tilde del comportamiento humano. Nuestro albedrío moral nos requiere aprender a distinguir el bien del mal y escoger el bien.
"Si estamos tratando de evitar no sólo el mal, sino la apariencia misma del mal, actuaremos por nosotros mismos en lugar de que se actúe sobre nosotros".
Presidente James E. Faust, "Acting for Ourselves and Not Being Acted Upon," Ensign, noviembre de 1995, pág. 47; las divisiones entre los párrafos han sido alteradas.
Aplicando a nosotros las enseñanzas de los profetas y apóstoles modernos:
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¿Qué significa permanecer lejos del borde? Proporcione un ejemplo de alguien a quien conoce que se acercó demasiado al borde y sufrió las consecuencias.
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Al enseñar el evangelio, ¿es posible que los maestros del evangelio se acerquen más al borde de lo que es prudente o apropiado? Dé un ejemplo que muestre cómo podría suceder esto.
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¿Cuáles son las consecuencias para los alumnos que se acercan al borde más de lo prudente? ¿Cómo pueden ayudarnos las normas del Evangelio a definir donde comienza el borde?
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¿Qué pueden hacer los maestros del evangelio para ayudar a sus alumnos a evitar la apariencia del mal?
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¿Cuáles son los peligros de la desobediencia a los mandamientos del Señor? (Vea D&C 130:20–21).
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