Una de las responsabilidades de la Escuela Dominical es apoyar a todos los maestros en la Iglesia y mejorar la calidad de la instrucción del Evangelio. Esta sección de Ayudas para los maestros está diseñada para apoyar a los maestros del Evangelio, a los padres, a los maestros de los quórumes del sacerdocio y a los maestros en las varias organizaciones auxiliares de la Iglesia a mejorar la calidad de la enseñanza en todo el mundo.
Como ha explicado el Presidente Boyd K. Packer, todos somos maestros: "El profeta es un maestro; sus consejeros también lo son; las Autoridades Generales somos maestros. Los presidentes de estaca y los presidentes de misión son maestros; los miembros de sumos consejos son maestros, al igual que los presidentes de quórum. Demás está decir que los obispos también son maestros, y así podríamos seguir enumerando la gran variedad de oficiales dentro de las organizaciones de la Iglesia. La Iglesia avanza apoyada en el poder de las enseñanzas que se imparten" (Teach Ye Diligently, edición revisada [1991], págs. 34; las divisiones entre los párrafos han sido alteradas).
Con regularidad, aparecerán en el sitio de la Escuela Dominical una variedad de materiales, o ayudas, diseñadas para ayudar a los maestros del Evangelio (vanse los vínculos a estos materiales bajo Aprenda más). Los materiales pueden ser una escritura que se aplique a los maestros, una cita de un profeta viviente o antiguo, una historia o un breve ejemplo con respecto a un principio del Evangelio, o sugerencias o ideas sobre cmo pueden ser presentadas o fortalecidas las lecciones. Ayudas para los maestros contendrá ideas o sugerencias para los maestros. Las ayudas servirán a los maestros para aplicar las Escrituras y las enseñanzas de los profetas antiguos y de los últimos días a nuestra época. Los líderes que apoyen y supervisen a los maestros también encontrarán material útil que les sugerirá formas en que pueden brindar apoyo a los maestros del Evangelio.
La meta de la Escuela Dominical al presentarles este material es la de ayudar, inspirar y motivar a los maestros del Evangelio de toda la Iglesia a mejorar la calidad de la enseñanza en los salones de clase y en el hogar. Esperamos que los maestros del Evangelio mediten y oren con más fervor sobre maneras en que se pueden preparar a sí mismos para enseñar por medio del Espíritu, mejorando así la enseñanza del Evangelio en la Iglesia.
La presidencia general de la Escuela Dominical