Al trabajar como presidencia de la Escuela Dominical de barrio para cumplir con sus responsabilidades, pueden encontrar útiles las siguientes sugerencias.
1. Reúnanse individualmente con cada maestro de la Escuela Dominical recién llamado. Idealmente, esta orientación para el maestro debería ocurrir antes de la primera clase del maestro. Durante la orientación podrían ayudar al nuevo maestro a entender la importancia del llamamiento a la enseñanza y comentar los principios de la enseñanza efectiva (véase el Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1998], 361). Tal vez desée dar especial énfasis a los "Cinco principios rectores" de la enseñanza y el aprendizaje que A. Roger Merrill, presidente general de la Escuela Dominical, analizó en su Mensaje del Presidente de la Primavera de 2005 dado en la Casa Abierta de la Escuela Dominical.
2. Asegúrense de que los maestros de la Escuela Dominical usan los materiales aprobados por la Iglesia. El élder M. Russell Ballard aconsejó: "Los maestros harían bien en seguir el consejo de estudiar cuidadosamente las Escrituras y sus manuales antes de ir en busca de materiales complementarios. Demasiados maestros parecen desviarse de los materiales aprobados sin revisarlos completamente. Si los maestros sienten la necesidad de usar buenos recursos complementarios más allá de las Escrituras y de los manuales al presentar una lección, deben considerar primero el uso de las revistas de la Iglesia" ("TeachingNo Greater Call," Ensign, May 1983, 68).
El Señor declaró en Doctrina y Convenios que los maestros no deben enseñar "sino las cosas escritas por los profetas y apóstoles, y lo que el Consolador les enseñe mediante la oración de fe". (DyC 52:9).
3. Inviten a los maestros a enseñar por el Espíritu. Los maestros pueden ser motivados a seguir los pasos para enseñar por el Espíritu sumarizados por el Élder Bruce R. McConkie. Él explicó que como maestros del Evangelio, "somos designados 1. Para enseñar los principios del Evangelio, 2. Desde los libros canónicos, 3. Por el poder del Espíritu Santo, 4. Aplicando siempre las enseñanzas a nuestras necesidades, y 5. Testificando que lo que hemos enseñado es verdad" ("The Teacher's Divine Commission," Ensign, Apr. 1979, 24; itálicas suprimidas).
4. Bajo la dirección del obispo, y cuando sean invitados, aconséjense con el consejo de barrio e instrúyanles en los principios relacionados con la enseñanza y el aprendizaje en el barrio (véase "Responsabilidades de los líderes en cuanto al Mejoramiento del maestro," apartado 3, en "Cambios en el programa de mejoramiento de maestros," carta de la Primera Presidencia del 17 de Noviembre de 2006).
5. Provean apoyo constante a cada maestro de la Escuela Dominical. Se sugiere que contacten a cada maestro por lo menos trimestralmente para recibir un reporte de su asignación, conocer sus necesidades, brindar aliento, comentar las necesidades de los miembros de la clase, ofrecer apoyo y expresar aprecio (véase el Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2, 305–6). Dicho apoyo podría darse durante una visita programada al salón de clases.
El presidente Spencer W. Kimball declaró: "Me he hallado hambriento y sediento por tan sólo una palabra de aprecio o de evaluación honesta por parte de mis superiores y de mis compañeros. No deseo alabanza; no deseo adulación; solo busco saber si lo que doy ha sido aceptable" (Teachings of Spencer W. Kimball [1982], 489).
6. Sean una fuente continua de apoyo para el obispado, para otros líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares y para los padres. La presidencia de la Escuela Dominical de barrio debe ser un apoyo para el obispado, para otros líderes del sacerdocio, y para los líderes de las organizaciones auxiliares. Un miembro del obispado llama y aparta a los oficiales de la Escuela Dominical. La presidencia de la Escuela Dominical puede necesitar de trabajar muy de cerca con el sacerdocio y con los líderes de las organizaciones auxiliares, quienes continúan siendo responsables por el mejoramiento del maestro en sus organizaciones (véase "Cambios en el programa de mejoramiento de maestros," carta de la Primera Presidencia del 17 de Noviembre de 2006).
Vea Seis preguntas para las que todo maestro quiere saber la respuesta
Ayudas para los maestros: Para ver una colección de ideas y sugerencias diseñadas para ayudar, inspirar y motivar a los maestros del Evangelio de toda la Iglesia a mejorar la calidad de la enseñanza en las aulas y en el hogar, visite "Ayudas para los maestros."